
El periodismo refleja el estado de una nación. La loable labor periodística de sembrar la más elemental duda sobre los dichos del poder es un elemento indispensable para un sistema político que se jacta de aspirar a una democracia formal.
El día de ayer, Ciro Gómez Leyva publicó la columna titulada Lo cómodo y rentable que es lloriquear desde la Condesa. Confieso que la tuve que leer varias veces. Los errores eran abundantes lo que resultaba raro viniendo de un periodista como Ciro. Sin embargo, sírvase la errática columna para señalar algunos temas que valen la pena analizar alrededor del periodismo, del activismo y de la defensa de la libertad de expresión en nuestro país.
La opinión, la crítica, la mofa y burla son bienvenidas. Ahí nada que agregar. Si para el periodista es lo mismo criticar, escudriñar, preguntar, cuestionar que lloriquear, entonces tenemos dos diccionarios distintos. Pero eso no es lo importante. Lo importante es reconocer su derecho a una opinión (sobre mi persona) y, la obligación que tiene de rectificar sus opiniones basadas en información incorrecta. Leer completo…